
Mantenerse ágil a toda edad
Nunca es demasiado temprano para proyectarse ágil más allá de la edad mediana y adulta
Las funciones del cuerpo requieren flexibilidad y movilidad. Flexibilidad es la capacidad de estirar tus músculos y mover tus articulaciones sin dificultad. La movilidad integra flexibilidad con equilibrio, coordinación y fuerza.
Los signos de deterioro natural van apareciendo con el tiempo, dolor en las rodillas o rigidez en las mañanas, por ejemplo. Los ejercicios de movilidad periódicos pueden retrasar este proceso si son una rutina diaria. Preservar tu agilidad y movilidad te asegura un envejecimiento activo.
Tips de prevención
Haz tu rutina diaria de estiramiento
Para aumentar tu rango de movilidad y atenuar el dolor de algunas afecciones, basta que hagas un simple estiramiento, solo toma unos minutos y se puede hacer en cualquier lugar.
Dependiendo de si quieres aumentar la flexibilidad o la movilidad existen tres clases de estiramiento:
Estiramiento estático (flexibilidad):
Se estiran lentamente los músculos, sin rebote. Debes calentar previamente. Por ejemplo, en posición de pie, tócate los dedos de los pies para estirar los muslos. Permanece así entre 30 a 60 segundos.
Estiramiento isométrico (fuerza y la flexibilidad):
Ya en posición de estiramiento estático, contrae suavemente el músculo estirado. Mantén la posición de 10 a 15 segundos, enseguida relaja por unos 20 segundos. Repite el movimiento.
Estiramiento dinámico (movilidad):
Se estiran los músculos en movimiento, con rebote. Es una estupenda manera de precalentar. Puedes, por ejemplo, hacer molinos con los brazos, giros del cuello, levantar una pierna. Hazlo calmadamente hasta sentir tensión, pero no dolor.
Tu cuerpo tiene su propio movimiento
Junto con hacer más entretenido tu día, al utilizar los movimientos naturales de tu cuerpo mejorarás tu equilibrio, movilidad y estabilidad. Por ejemplo, desplazarte en cuatro patas, gatear, activa la mayor parte de las articulaciones y músculos y del cuerpo. Tirar pequeños objetos y agarrarlos, escalar, llevar algún peso serían otras maneras simples de conservar tu flexibilidad.
Para asegurarte un estilo de vida con adecuada flexibilidad, elige actividades de estiramiento que realmente te agraden y que calcen con tu día a día. Como quieras moverte, siempre cuida tu respiración, anda de menos a más, con calma y sin rebotar.